Halles de Lourdes

Cada puesto es una invitación a descubrir productos dulces o salados. En los puestos de pescadería, tómese el tiempo de descubrir la trucha pirenaica y sus sorprendentes variantes. En los puestos de carnicería y charcutería destacan productos emblemáticos como el cordero de Barèges, el imprescindible pato o el excepcional cerdo negro de Bigorre…
En los puestos de los hortelanos, descubra la alubia Tarbais, que combina perfectamente con el cordero pirenaico y, por supuesto, la garbure.
Los queseros disfrutarán haciéndole descubrir fabulosos productos como la tomme pirenaica. Un desvío a las pastelerías es obligatorio, para descubrir del famoso «gâteau à la broche» (pastel asado), un pastel festivo de los Pirineos. O quizá se deje tentar por una «tourte» pirenaica.
También podrá degustar nuestros vinos locales, como el Madiran o el Jurançon, a menos que prefiera una cerveza local… ¡a consumir con moderación, por supuesto!